La ceremonia de apertura fue una verdadera celebración y elogio a la amistad, compañerismo, fraternidad; en fin un sin número valores que realmente representa el espíritu marcial.
El Sojukay se establece en un puesto destacado y de igual forma el ECUADOR se erige en lo alto con una delegación de 20 deportistas en medio de grandes delegaciones como la del anfitrión (Chile) que sobrepasa los 100.
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